GARCÍA DE LA MATA

GARCÍA DE LA MATA

jueves, 9 de septiembre de 2010

Los García de la Mata en el Deporte (II)

JOSE ENRIQUE GARCÍA DE LA MATA PÉREZ

José Enrique fue hasta su muerte socio nº 1 del Madrid y también fue Presidente de la Federación Castellana de fútbol y tesorero de la Federación Española. En su tiempo como Presidente se construyó el estadio que lleva su nombre. Es la sede del equipo Castilla, que juega en tercera división.




EL NÚMERO UNO DEL REAL MADRID (OBITUARIO)

José Enrique García de la Mata, socio número uno del Real Madrid hasta el día de su muerte (27 de Marzo de 1996), alos 94 años de edad, era también el último futbolista amateur, el decano de los jugadores del Real Madrid y el único superviviente de la generación de Santiago Bernabeu (Leyenda del Futbol Mundial y nombre actual del estadio del Madrid) con quién fue campeón juvenil en 1917.

De la Mata era socio del Madrid desde el 15 de marzo de 1917, y además de jugar en los juveniles madridistas, de los que fue capitán, y de formar en el segundo equipo, fue presidente de la Federación Castellana de Fútbol de 1951 a 1966.

A la presidencia federativa llegó porque Bernabeu le propuso formar parte de la directiva del Madrid pero, según contó, no aceptó el puesto porque estaba convencido de que se pelearía con él. El Madrid, ante la negativa, optó por presentar y apoyar su candidatura a la presidencia federativa.

De la Mata, que vivió la época en la que algunos clubes modestos peregrinaban de un campo a otro por no tener sede fija para cada domingo, planificó y llevó a cabo la construcción de los llamados campos federativos. Estos llevan el nombre de algún atlético.

Era el último jugador que compartió horas de juego con figuras históricas madridistas como Marcelo y Santiago Bernabeu, Monjardín, Muñagorri, Sotero Aranguren y los hermanos René y Juan Petit. En su época de jugador recorrió todo el territorio balompédico de Madrid.

De la Mata nació en Cádiz en 1904, hijo de un marino de guerra. A pesar de sus 94 años y de estar jubilado, se pasaba varios días a la semana por las oficinas de la fábrica Tudor en la que trabajó 70 años. Sus consejos todavía eran escuchados. Su vida universitaria la consumió enre los estudios de Derecho en Deusto, que no terminó y los de Medicina en Madrid, que abandonó a causa de una úlcera en el estómago. De las aulas se fue directamente a la fábrica.

Es así como le recordamos.

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